1. CONCEPTO
El psicólogo social Leon Festinger (1919-1989) desarrolló la teoría de la disonancia cognitiva allá por los años cincuenta del siglo pasado, afirmando que las personas poseen una fuerte necesidad de que sus creencias, sus actitudes y su conducta sean coherentes entre sí, por lo que la tendencia del individuo será evitar las contradicciones entre dichos elementos. Cuando hay inconsistencia entre aquéllas, el conflicto produce falta de armonía entre las ideas y suele generar bastante malestar. Esta teoría ha sido ampliamente estudiada en el campo de la psicología y puede definirse como la incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan las personas cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen. Este displacer puede llevar a un intento de cambio de la conducta o a defender sus creencias o actitudes de manera irracional, llegando incluso al auto engaño para reducir el malestar que producen. Podemos entender, entonces, la disonancia cognitiva como una tensión psicológica. Festinger escribió“Theory of Cognitive Dissonance» en 1957. La obra, que revolucionó el campo de la psicología social, ha sido empleada en distintas en áreas como la motivación, la dinámica de grupos, el estudio de las actitudes, las atribuciones y la toma de decisiones entre otras. El experimento básico que realizaron el doctor Festinger y sus colaboradores consistió en asignar una serie de tareas aburridas a estudiantes en solitario. Estas tareas eran repetitivas, despertando difícilmente interés alguno; el objetivo del experimento no residía en evaluar la ejecución de dichas tareas. Más tarde, se les solicitó a cada estudiante que, al salir de la sala, convenciera al siguiente participante de que el experimento era muy divertido; se les pedía que mintieran, ofreciéndole una recompensa económica por hacerlo: A la mitad de los estudiantes se les ofreció veinte dólares por mentir, mientras que a la otra mitad únicamente un dólar. El sujeto que estaba esperando para entrar al experimento en realidad era cómplice del experimentador y les decía a los estudiantes que una amiga suya había hecho el experimento la semana anterior y que le había parecido aburrido. No obstante, los estudiantes mentían mientras se los observaba. Los investigadores tomaron nota de cómo se justificaba esa mentira. La disonancia cognitiva se presentó en aquellos estudiantes que aceptaron mentir a cambio de un solo dólar porque tuvieron que convencerse a sí mismos de que aquel experimento era divertido para paliar el conflicto generado porque la recompensa no era lo suficientemente buena como para “sentirse a gusto” con la mentira. A la hora de justificar sus actos, se les notaba especialmente tensos en comparación con el grupo que recibió veinte dólares. Este último, lo hacía con más naturalidad y despreocupación. En un libro clásico en los estudios de sociología de la religión, titulado «When Profecy Fails: A Social and Psychological Study of a Modern Group that Predicted the Destruction of the World» con autoría de Leon Festinger, Henry W. Riecken y Stanley Schachter, se recoge una investigación llevada a cabo sobre una pequeña secta milenarista y apocalíptica inspirada por Dorothy Martin -en el libro aparece con el alias de «Marian Keech»- un ama de casa que afirmaba haber recibido mensajes de unas entidades extraterrestres llamados the Keepers (los Guardianes) procedentes del planeta Clarion. Estos mensajes anunciaban la destrucción del mundo con un gran diluvio que tendría lugar en la madrugada del 21 de diciembre de 1954. La señora Martin (Keech) consiguió reunir en su torno a un reducido número de acólitos que se llamaban a sí mismos the Seekers (los Buscadores) y que se salvarían y serían transportados en platillos volantes fuera de nuestro planeta. Estos buscadores vendieron sus bienes ya que el apocalipsis era inminente. Obviamente nada de esto ocurrió. Pero, un importante número de Buscadores se mantuvo dentro de la organización reafirmándose en las creencias de la misma y a, partir de ese momento, los fieles empezaron una intensa labor de proselitismo, actividad que hasta entonces no habían llevado a cabo, con un acercamiento mayor a los postulados de Keech, en contra del distanciamiento crítico esperado por la razón, justificaron el hecho como que los extraterrestres (o la entidad divina) le daban una segunda oportunidad a la humanidad.
Fue un comportamiento típico de disonancia cognitiva: Donde cabría esperar desengaño, desilusión y abandono, Festinger y colaboradores hallaron lo contrario, una llamada a la unidad a través de un renovado compromiso militante, un enorme proselitismo de cohesión grupal. El mecanismo explicativo se basa en el hecho de que bajo ciertas condiciones, la constatación del incumplimiento profético lleva a buscar una solución que implica un renovado y más fuerte compromiso creyente con militancia proselitista. La reafirmación en las creencias depende, según de los autores de cinco factores: 1. La creencia debe sostenerse con una profunda convicción y debe tener alguna relevancia para la acción y el comportamiento del individuo. 2. Quien sustenta la creencia debe comprometerse con ella, sobre todo a través de acciones y comportamientos difícilmente reversibles. 3. La creencia debe ser suficientemente específica y relacionada con el mundo real como para que puedan existir acontecimientos que puedan refutarla inequívocamente. 4. La innegable evidencia de desconfirmación debe ocurrir y debe ser reconocida por el individuo creyente. 5. El creyente individual debe tener apoyo social. Pertenecer a un grupo de personas convencidas de que se apoyan mutuamente, lo que contribuye a mantener la creencia y rechazar la desconfirmación de la misma.
¿Qué ocurre en realidad durante la disonancia cognitiva?:
La persona cree en algo de todo corazón y se compromete hasta el extremo con su creencia y con los comportamientos que ella conlleva, que suelen ser acciones irrevocables. Pero, si se le presenta una inequívoca e innegable evidencia de que su creencia es errónea, en lugar de aceptar dicha realidad, su mecanismos psicológicos harán que se convenza más de sus creencias de lo que estaba. Festinger y sus colaboradores, analizaron los cinco criterios de desconfirmación citados en diferentes sectas religiosas, como los montanistas, los anabaptistas, o los mileritas. En todos estos casos, las personas comprometidas con las creencias proféticas de los movimientos religiosos a los que pertenecían, tuvieron que enfrentarse a la realidad innegable de una desconfirmación de las profecías anunciadas, a causa de los hechos objetivos. Los dispositivos psicológicos que permitieron la permanencia de estos movimientos, a pesar de la rotunda falta de veracidad de sus postulados, no fueron los esperados; los creyentes no se esforzaron con determinación en eliminar la disonancia o reducirla. Esta podría haber desaparecido si aquéllos hubieran descartado las creencias desconfirmadas. Pero el compromiso de su comportamiento en relación con el sistema de creencias era tan intenso que prefirieron negar la verdad y no reducir la disonancia, no admitiendo el hecho de que la predicción no se había cumplido, buscando explicaciones razonables e ingeniosas. Para que la racionalización fuera totalmente efectiva, el apoyo de los demás miembros de la secta fue fundamental. La clave, según los investigadores, estaría en el hecho de que si el proselitismo resulta exitoso, entonces, al reunir más adherentes y rodearse de una forma efectiva con personas que lo apoyan, el creyente reduce la disonancia hasta el punto de poder vivir con ella: Si se puede persuadir cada vez a más personas de que el sistema de creencias es correcto, entonces, se entiende como correcto para dichas personas. Un caso extremo de disonancia cognitiva: Los menos jóvenes recordarán el caso ocurrido en 1993; una secta denominada davidiana siguió a un líder mesiánico, David Koresh, a un complejo en Waco, Texas, con una fe extrema y armados fuertemente, muchos fieles murieron en un enfrentamiento con las fuerzas del orden porque estaban convencidos de que el fin del mundo había llegado.
2. JESÚS HISTÓRICO Y DISONANCIA COGNITIVA
Son varios los ejemplos que podemos citar con respecto a la disonancia cognitiva y la Biblia en general y, en particular, el cristianismo:
En su libro «Elogio del ateísmo, los espejos de una ilusión» Gonzalo Puente Ojea (1924-2017) trata en el capítulo «Las paradojas del incumplimiento» uno de los motivos por los que el cristianismo primitivo pudo sobrevivir como secta judía y, más tarde, como gran movimiento religioso, denominado por el autor «doble incumplimiento profético»: El incumplimiento de la profecía de la llegada de un Mesías y la instauración del Reino de Israel, así como la expulsión de los romanos y el incumplimiento de la profecía de la inminente llegada del Hijo de Dios y la culminación de la Historia con la resurrección y el juicio final. Según Puente Ojea, la supervivencia de la secta cristiana y su gran expansión posterior se debió al desempeño de una intensa labor de proselitismo, con una fuerte solidaridad grupal entre los desengañados judeocristianos. Para Puente Ojea, este mecanismo de supervivencia frente a los incumplimientos proféticos, se deben al principio psicológico de la disonancia cognitiva. El reino no llega, la parusía no se cumple, los cristianos buscan argumentos para reducir la tensión provocada por la disonancia cognitiva, el reino está dentro de los hombres y la segunda venida de Jesús no fue anunciada con fecha próxima.
Muerte y Resurreción de Jesús:
En pleno siglo XXI y, si miramos hacia atrás en la historia, a pesar de las modificaciones que la ética y la moral humanas han ido sufriendo a lo largo de los siglos, el hecho de castigar y matar a un inocente para perdonar a culpables, no parece ser aceptado en casi ninguna cultura existente; hacerlo sería inadmisible y claramente injusto, alegaría cualquier persona de cualquier época y lugar. Pero, si nos fijamos bien, el núcleo central del cristianismo se basa exactamente en eso, en castigar y matar a un inocente para perdonar a los demás que, pueden ser responsables de sus pecados o no, como es el caso del pecado original. Es decir, aunque la mayoría de la gente estaría en contra de un hecho de similares características si se lo encontrara en la vida diaria, en el caso del Nazareno no parece haber reparo. Muchos estudiosos aplican el concepto de disonancia cognitiva a tal efecto. Si a esto le sumamos que, a pesar del sacrificio de Jesús de Nazaret, para el creyente sigue existiendo un Juicio Final y un castigo (infierno o purgatorio) en caso de un veredicto divino de culpabilidad en el mismo, la disonancia puede ser aún mayor. Aunque Jesús murió para el perdón de los pecados, estos no han sido perdonados, ya que habrá un juicio y una posible condena. Para más debate, Jesús resucita, con lo cual el sacrificio pudiera carecer de valor si es interpretado como que no fue tal. ¿Cómo resuelve el creyente esta disonancia cognitiva? Como un misterio que no puede llegar a comprender porque su iglesia lo establece como dogma de fe. El dogma de fe es un mecanismo muy empleado en la reducción de disonancia cognitiva en las religiones.
Disonancia cognitiva y Génesis:
Otra posible disonancia cognitiva puede aparecer en los primeros versículos de la Biblia. Génesis 1, tomado en serio, viene a decirnos que las leyes de la evolución basadas y definidas por Lamarck (1744-1829), Charles Darwin (1809-1882), Alfred Russel Wallace (1823-1913), Stephen Jay Gould (1941-2002), entre otros, hoy por hoy en vigor como paradigma científico, no son aceptadas. Esto puede provocar problemas de disonancia cognitiva en algún que otro creyente, secta o confesión, me atrevería a decir qué de corte fanático. Por fortuna, muchos estudiosos confesionales dan como válida la teoría de la evolución, entendiendo los pasajes del Génesis como algo alegórico, mítico o de corte educativo, diseñado para el pueblo judío de la Antigüedad. Por desgracia para el estudio y el avance científicos, también existe una corriente creacionista denominada «actual» que pretende argumentar sus tesis a partir de determinados descubrimientos que califican de científicos, aunque parece ser que los criterios de estudio que emplean no siguen el método científico y no se producen hipótesis falsables. Otra manera no religiosa de intentar contradecir el evolucionismo es el llamado diseño inteligente (es necesaria para la creación y la posterior evolución, la intervención directa de un ser inteligente), que se presenta como una alternativa al neodarwinismo (planteamiento sobre la Teoría evolucionista renovadora que se encarga de unificar tanto los fundamentos en los que se basa la selección natural como los descubrimientos más innovadores referentes a la genética), pero que, al no formular hipótesis contrastables, tampoco cumple los requisitos propios del método científico para tomarlo en consideración.
Jesús pacífico versus Jesús violento:
Por último, volviendo al Nuevo testamento advertimos la contradicción, posible causa de disonancia cognitiva en los creyentes, acerca de la figura de Jesús como una persona de paz y Jesús violento. Muchas escenas de los evangelios muestran ambas posturas en el personaje, citaremos dos ejemplos, de una parte la del Jesús bondadoso (San Juan 15: 12-15: Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer) y, de otra, la del Jesús beligerante (San Lucas 12:49–53: Yo he venido a lanzar fuego sobre la tierra. ¡Y cómo quisiera que ya estuviera en llamas! Hay un bautismo que debo recibir, ¡y cómo me angustio esperando que se cumpla! ¿Creéis que he venido a la tierra para traer paz? Pues yo os digo que no, sino más bien división. Porque de ahora en adelante una familia de cinco estará dividida en tres contra dos, y en dos contra tres. El padre se enfrentará con el hijo, y el hijo con el padre. La madre estará en contra de la hija, y la hija en contra de la madre. La suegra estará en contra de su nuera, y la nuera en contra de su suegra)
¿Cómo resolver esta disonancia cognitiva?
PARA SABER MÁS:
– Bericat Alastuey, Eduardo (Coordinador) (2007) El fenómeno religioso. Presencia de la religión y de la religiosidad en las sociedades avanzadas Edita Centro de Estudios Andaluces-Junta de Andalucía. – Biblias en: https://www.biblegateway.com/ – Festinger, Leon (1957) Theory of Cognitive Dissonance Stanford University Press. – Festinger, Leon (1962) Cognitive Dissonance. Scientific American. 207(4): pp. 93 – 106. – Pérez Fernández, Ismael (2013) El diseño inteligente ¡Vaya timo! Ed.Laetoli. – Puente Ojea, Gonzalo (1995) Elogio del ateísmo, los espejos de una ilusión. Ed. Siglo XXI.
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