El Ayuntamiento de La Carolina se suma a la conmemoración del Día contra la LGTBIfobia, que se celebra hoy, con una campaña de sensibilización ciudadana. El objetivo es visibilizar el colectivo y denunciar tanto la discriminación como las agresiones que sufren ciertas personas por “ser libres para amar”. Así lo afirma la concejala de Igualdad y Diversidad, Carolina Rodríguez, que pone el acento en los derechos. “Hace tan solo unos pocos días hemos conocido que España ha retrocedido al puesto número 11 en derechos LGTBI en Europa y eso nos dice que aún nos queda mucho camino por recorrer”, afirma.

Por este motivo, la jornada ha comenzado con el reparto de pulseras y octavillas por diferentes calles del municipio. De esta forma, se busca mostrar que La Carolina es un municipio “abierto, diverso y orgulloso”. Además, en el marco de esta conmemoración, el próximo viernes, el alumnado de Bachillerato y Ciclos Formativos tiene una cita, en la Caseta Municipal, para asistir a la puesta en escena “El abrigo verde militar”, una obra de teatro que habla “del amor prohibido entre dos hombres, de la mala relación entre dos mujeres por compartir al mismo hombre, habla de cómo una madre saca adelante a su hijo en la vida estando sola, habla de cómo eran las mujeres, los homosexuales, los pensamientos y el amor durante la Guerra Civil española”, según se explica en su dossier.

Ya por la tarde, les llega el turno a los más pequeños del municipio con el cuentacuentos “El lapicero verde”, una historia de Luis Amavisca que permite a los protagonistas que todos sus dibujos se hagan realidad. Es el punto de partida para profundizar en los conceptos de la amistad, la igualdad y la diversidad familiar.

“Siempre hemos defendido que el cambio de mentalidad se consigue trabajando desde edades tempranas. Desde La Concejalía de Igualdad y Diversidad sacamos todas las actividades a la calle con el objetivo de hacer partícipe al conjunto de la ciudadanía. Es necesario normalizar y mostrar la realidad con la que muchas personas viven para acabar con ciertos prejuicios. Hay que tener en cuenta que son muchos los lugares en los que todavía se permiten las terapias de reconversión, por ejemplo, y, por otro lado, existe una gran desigualdad legislativa entre territorios. No podremos sentirnos orgullosos como sociedad hasta que tod@s seamos iguales”, concluye la edil.